Me llaman mal... Aída Nizar

- Buenas tardes.

- hola hija que seria te pones.

- Bueno  ya sabes que soy una gran comunicadora y como tal me debo a mi público.

- Ya, no te entiendo muy bien pero bueno.

- Pues te llamaba para que no le dediques más atención a esos parásitos televisivos que pueblan tu blog en “destrismentos” de grandes estrellas del espectáculo, como Aída.

- Bueno pues no sé a que te refieres.

- Pues a que me voy a referir, Jorge Javier?

- Cari… que yo no soy Jorge Javier…

- Ay si, calla que es que acabo de salir del Sálvame, donde se emite uno de los más grandes programas que se han emitido nunca en la televisión española, que es “Sálvese quien pueda”. Y digo más, Y DIGO MÁS de toda EUROPA, señores. Y ese programa  TAN maravilloso y hecho por un equipo de profesionales como la copa de un pino, por que al final  Aída no es más que una humilde presentadora que solo…

- Oye, oye que te vas por las ramas cual mona en celo…

¿que he hecho YO para merecer esto?

- Si es verdad. Lo ves como lo mío es comunicar, es que Dios me ha hecho así por algo y…

- Ya, ya, si me lo sé “miarmatoa”. La cosa es que me ibas a decir no sé qué de unos parásitos?

- Efectivamente, mi querido Jorge Javier.

- Me parece que te voy a colgar…

- Perdona, perdona. Que si, que te llamaba porque me parece vergonzoso, que sólo saques a gente como ese subproducto de Leticia Sabater, que tiene tres pelos y dos kilos de extensiones, por no hablar  de la princesa del pueblo, o ¿quizás debiera decir, la analfabeta del pueblo? Yo creo que es mucho más acertado, porque esa no sabe escribir la “O” ni canuto, y mira que ella sabe mucho de eso, de “canutos”, vamos por lo que van diciendo por ahí, esos que dicen que son sus compañeros. La cosa es que no hace falta que castigues a los espectadores con semejantes engendros cuando tienes a fantásticos personajes y numerosos artistas que…

-Bueno si, ya te pillo bonita. Sabes lo que pasa?, que yo aquí ni pincho ni corto un asado de perdiz.

-Pero Jorge Javier, lo que…

-Oye mira que tengo prisa ya hablamos otro día.